Leyendo a G.E. Moore

Leyendo a G.E. Moore
Ca'n Pastilla 27 Marzo 2016

jueves, 18 de mayo de 2017

SUSANA DÍAZ Y LOS CONCEPTOS POLÍTICOS

Que dice la compañera Susana (El País 18.05.2017) que “las primarias son para dar protagonismo a los y las militantes, no para otorgar poderes especiales, a la figura del Secretario General”. Y que la elección directa por primarias “no transfiere un plus de poder, para imponer decisiones…”.
Lo que vengo diciendo yo: que esta compañera está demasiada ocupada en su escalada hacia el poder, y no dispone de mucho tiempo para instruirse y leer un poco. Y ello lleva a que a día de hoy, aún no sepa distinguir entre el poder como “potestas”, y la autoridad, “auctoritas”, que produce la “dignitas”.
Es cierto que las “primarias”, no conllevan un plus de poder (“potestas”) para el elegido Secretario General, en el sentido más formal o legal, derivado de nuestros actuales Estatutos. Pero le conceden una autoridad (“auctoritas”) de mucho calado. Podemos discutir si eso es deseable o no: la eterna disputa en busca de un equilibrio “bueno”, entre la democracia representativa y la directa.
Pero ese debate no puede producirse en una especie de vacío histórico, al margen de las corrientes que atraviesan la sociedad en un tiempo dado. Y en mi opinión (quizá me guste menos que más) la tendencia que se impone, es la de conceder más autoridad a los ciudadanos y a los militantes de los partidos, lo que Susana llama “dar protagonismo”. Aunque parece que para ella, lo del “protagonismo”, sólo se entiende como más “visualidad” (la de los “protagonistas” de una película o de una obre de teatro) no como más “potestas”.
Pero la Historia se mueve, fluye, y quien no se adapta a los tiempos nuevos, se queda petrificado. Lo explicaba no hace mucho en mi Blog (https://senator42.blogspot.com.es/search/label/Democracia%20directa%20o%20representativa) En la Convención de Filadelfia (1787), los Padres Fundadores, en vez de considerar la lucha por la Presidencia, como una ocasión para movilizar las masas, respecto a unos ideales programáticos, diseñaron el sistema de selección, con unos propósitos muy diferentes, e instituyeron el Colegio Electoral. Hoy muchos consideran éste, como un anacronismo, en el mejor de los casos, o como una peligrosa bomba de relojería en el peor, una bomba que puede explotar, adjudicando la Casa Blanca, al candidato que ha perdido en el voto popular. Acaba de suceder con la elección de Trump. Para sus artífices, el Colegio Electoral era un ingenioso dispositivo, para evitar la Presidencia plebiscitaria. Pretendía alentar la selección del hombre, con un pasado más distinguido al servicio de la República. La virtud republicana, no la demagogia populista, tenía que ser el requisito principal. Estoy seguro, porque los conozco bien, que esto es lo que siguen pensando algunos líderes históricos del PSOE, respecto a la legitimidad de los Congresos a la antigua usanza, por encima de las Primarias. Pero la Historia, adaptándose a las circunstancias cambiantes, para bien o para mal, ha convertido la elección a la Presidencia de los Estados Unidos en un plebiscito, y la elección de nuestro Secretario General, en algo parecido mediante las Primarias.
A mi modesto entender, me parece que ya podemos afirmar, que estas Primarias en el PSOE se han convertido “de facto”, en un proceso constituyente. Siempre que aceptemos, claro está, que existe una teoría en el derecho Constitucional, que contempla como proceso constituyente: “la radicalización de la democracia mediante la imposición de nuevas cartas de derechos, fruto de las nuevas necesidades políticas y socioeconómicas de la inmensa mayoría” (Bruce Ackerman en “We The People).
Pues eso Susana ¡al loro!

Palma. Ca’n Pastilla a 18 de mayo del 2017.

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